“Chile tiene una línea de costa muy heterogénea, incluso a escalas pequeñas”, afirma el doctor Cristian Vargas, oceanógrafo y académico de la Facultad de Ciencias Ambientales de la UdeC e investigador de los institutos milenio Secos y de Oceanografía (IMO). “Y dentro de toda la heterogeneidad que tiene la costa de Chile en Biobío encontramos una aún mayor”, sostiene el director del Laboratorio de Ecosistemas Costeros y Cambio Ambiental Global (Ecca LAB) en la UdeC.
Al respecto, expone que “si en la Región del Biobío uno va a mirar condiciones fisicoquímicas en Caleta Chome (Hualpén) o Punta Lavapié (Arauco) son ambientes súper distintos”.
Al respecto, explica que en distintas zonas del país varían las características del agua, los fenómenos que ocurren y la biodiversidad marina. Así hay organismos expuestos normalmente a distintas condiciones, algunas más o menos variables y otras más extremas como los eventos como la surgencia costera, que es el afloramiento a la superficie de aguas profundas con menos oxígeno y más ácidas, que se dan en puntos específicos y tiene frente al Biobío un centro de ocurrencia.
Añade el factor humano: “Hay sitios que son santuarios naturales como en la Península de Hualpén y a unos kilómetros encuentras a la Bahía de San Vicente casi como zona de sacrificio con mucha actividad portuaria y alta cantidad de contaminantes. Al sur de Desembocadura del río Biobío pasa lo mismo, con zonas con menor intervención y hacia la parte portuaria de Coronel hay evidencias de contaminación por metales pesados”.
La información es de Diario Concepción: https://www.diarioconcepcion.cl/ciencia-y-sociedad/2024/06/29/mar-en-chile-de-retos-y-oportunidades-para-conservar-su-vital-papel.html