Fuente: El Sur
Mucho se oye de la escasez hídrica, ¿pero qué propuestas podríamos evaluar en nuestra región ante un escenario climático cada vez más complejo? Una alternativa interesante es obtener este recurso a través de fuentes de agua no convencionales.
Existen efluentes (aguas servidas que suelen provenir de plantas de tratamiento de las ciudades y también de industrias, como, por ejemplo, celulosas) que podrían potencialmente ser reutilizadas para fines agrícolas. Por supuesto que existe un miedo por parte de la población, especialmente del agua destinada para el riego de los cultivos, alimentos que luego serán adquiridos y consumidos.
Sin embargo, hay que aclarar que el agua que se consume para todo tipo de actividad no es pura. Siempre tiene sustancias disueltas que se encuentran presentes de forma natural (pueden provenir de la disolución de las rocas, del suelo o de los organismos). Con el tiempo, las actividades antrópicas han ido mejorando y modificando estas características naturales del agua, adicionando compuestos o elementos que no estaban presentes o, si lo estaban, era en muy bajas concentraciones.
En consecuencia,y siguiendo este principio, no debiese existir un daño para la salud de las personas, siempre y cuando se mantengan siempre vigiladas las concentraciones de estos nuevos compuestos presentes y se demuestre que no hay un efecto perjudicial en la salud de la población. Además, se debe recordar que en Chile existen normas de calidad de agua. Por ejemplo, para el consumo humano existe la Norma 409, que determina cuáles son los parámetros físicoquímicos que debe cumplir este recurso para que sea apto de consumo humano.
Para el riego agrícola se usa la Norma 1333, la cual data de los años 7o. Es importante señalar que, actualizar las normativas e incorporar parámetros presentes, es una labor pendiente y necesaria. El riego con efluentes industriales nuevamente tratados es una práctica que puede resultar novedosa en nuestro país, pero lo cierto es que es una medida que ya se realiza en otros rincones del mundo.
Gracias a un proyecto que estamos realizando junto a la Facultad de Ciencias Ambientales de la Universidad de Concepción y el Gobierno Regional del Biobío, pudimos conocer el caso de la Universidad de Málaga. Allí recorrimos distintos centros donde se están reusando efluentes (particularmente de planteles porcinos y aguas servidas) para el riego agrícola. De esta forma se realiza una economía circular en tomo al agua. Por nuestra parte, seguiremos investigando diferentes variables, tanto sociales como técnicas, para tener una respuesta concreta a los desafíos medioambientales que nuestra región del Biobío demanda en materia de escasez hídrica.
DR. ROBERTO URRUTIA PÉREZ
Decano Facultad de Cs. Ambientales UdeC
Director de Proyecto Efluente Verde
